Gaza se ha convertido en el lastre que pesa sobre el cuello de Biden. Es su guerra, no sólo la de Benjamín Netanyahu. Será parte de su legado, un elemento de su obituario, una mancha en su campaña, y podría empeorar si Gaza desemboca en una hambruna en toda regla o una anarquía violenta, o si estalla una guerra más amplia que involucre a Irán o al Líbano. Un aparente ataque israelí contra una base militar en el centro de Irán la madrugada del viernes subrayó el peligro de un conflicto mayor y más dañino que podría atraer a Estados Unidos. Consideremos sólo un ejemplo de las huellas de Estados Unidos en esta guerra bajo el liderazgo de Biden. En enero, el ejército israelí arrojó una bomba sobre un complejo en Gaza utilizado por el Comité Internacional de Rescate, una organización de ayuda estadounidense muy respetada que se sostiene en parte con dinero de los impuestos estadounidenses. El Comité Internacional de Rescate dice que el ataque casi fatal fue causado por una bomba de 1.000 libras de fabricación estadounidense, lanzada desde un avión de combate F-16 de fabricación estadounidense. Y cuando un avión de fabricación estadounidense lanza una bomba de fabricación estadounidense sobre un grupo de ayuda estadounidense en una guerra apoyada por Estados Unidos, ¿cómo no va a volver eso a Biden? Biden tuvo que tomar muchas decisiones cruciales en las semanas posterio…
Lee mas@ISIDEWITH2 semanas2W
¿Qué opina del impacto que las decisiones de un líder en conflictos internacionales pueden tener en su legado e imagen pública?